¿Qué es la Canícula y cuándo inicia en México?
Durante el verano mexicano, cuando predominan las lluvias provocadas por el clima tropical, se presenta un fenómeno estacional conocido como la Canícula, también llamado “veranillo” o “sequía de medio verano”. Este periodo ocurre cada año entre julio y agosto, provocando una disminución temporal en la frecuencia de precipitaciones, especialmente en estados del sur y sureste del país.
A diferencia de lo que se podría pensar, la Canícula no representa el momento más caluroso del año, sino una reducción de la humedad, lo que genera cielos despejados y temperaturas elevadas que pueden superar los 38 °C en las zonas más expuestas.
Efectos de la Canícula 2025 en Ciudad de México
Aunque la Ciudad de México no se encuentra entre las entidades más vulnerables ante este fenómeno, sí enfrenta algunas consecuencias climatológicas que podrían afectar la vida diaria de sus habitantes durante las próximas semanas. Según el Servicio Meteorológico Nacional, la Canícula 2025 comenzará alrededor de la segunda semana de julio y se extenderá por unos 40 días, posiblemente hasta los primeros días de agosto.
La altitud de la capital, situada por encima de los 2,200 metros sobre el nivel del mar, amortigua los efectos más extremos del calor seco característico de este evento, lo que la mantiene relativamente protegida frente a temperaturas sofocantes como las que azotan a Veracruz, Yucatán, Tamaulipas, San Luis Potosí, Campeche o Tabasco.
Sin embargo, los efectos indirectos sí se perciben en la capital. Uno de ellos es la sensación térmica aumentada, especialmente en zonas urbanas densamente pavimentadas como Iztacalco, Benito Juárez o Azcapotzalco, donde el asfalto retiene el calor. Además, la ausencia momentánea de lluvias, combinada con humedad relativa elevada, genera una sensación de bochorno más intensa.
Impacto en la salud y la vida urbana en CDMX
El riesgo de golpes de calor y deshidratación severa se incrementa durante la Canícula, particularmente en niños pequeños, personas mayores y quienes trabajan al aire libre, como en zonas de obra o mercados. Los servicios de emergencia ya se preparan para posibles incrementos en la demanda hospitalaria vinculados a estos cuadros clínicos.
Aunque las lluvias no desaparecerán por completo en Ciudad de México, su frecuencia será menor, lo cual puede resultar en picos de contaminación más elevados y días con altos niveles de radiación solar.
Efectos económicos y ambientales
En el ámbito agrícola, el fenómeno no afecta directamente a la producción capitalina, pero sí influye en los precios de alimentos provenientes de estados golpeados por la Canícula. Esto puede impactar en mercados locales como La Merced o Central de Abasto, donde se comercian productos provenientes de regiones como Oaxaca, Guerrero o Chiapas.
El estrés hídrico también podría agudizarse si se combina con cortes de agua programados o problemas en el suministro. En este contexto, tanto las autoridades capitalinas como los habitantes deben estar alertas ante cualquier anomalía meteorológica, ya que la variabilidad del clima en el altiplano central sigue siendo alta incluso durante este periodo de estabilidad aparente.